Editorial

El Señor de los Anillos como Clásico de Culto

A principios de año se reenvió este artículo del escritor Terry Pratchett sobre la obra del profesor JRR Tolkien, los miembros de la lista TolkienPeru discutieron acerca de las percepciones de este singular escritor británico:

Parte I: La opinión de Terry Pratchett

El Señor de los Anillos es un clásico de culto. Sé que es cierto porque lo he leído en los periódicos, lo he visto en televisión, lo he oído por la radio.

Sabemos lo que significa “de culto”. Es una palabra despectiva. Significa “inexplicablemente popular pero poco digno de atención”. Es una palabra que emplean los guardianes de la única llama verdadera para desechar cualquier cosa que guste a la gente inapropiada. También significa “pequeño, hermético, impenetrable para profano”. Se la asocia con una bebida fría en Jonestown.

El Señor de los Anillos tiene más de cien millones de lectores. ¿Cuantos lectores hacen falta para dejar de ser de culto? O bien, una vez que se ha sido de culto es decir, una vez que se ha tenido la marca de Caín, ¿es posible que alguna vez se permita que algo se convierta en un clásico de pleno derecho?

Sin embargo, estos últimos años la democracia se ha puesto en acción. Una cadena de librerías inglesa realizó una votación para hallar el libro favorito del país. Fue El Señor de los Anillos. No mucho tiempo después, otra se propuso averiguar el autor preferido y salió J. R. R. Tolkien.

Los críticos protestaron, algo extraño pero que era de esperar. Al fin y al cabo, las librerías sólo utilizaron la palabra “preferido”. Se trata de un término muy personal. Nadie dijo jamás que fuera sinónimo de “el mejor”. Pero un coro de críticos recibió los resultados con una acusación terrible al gusto del público británico, que había recibido el precioso don de la democracia y lo desperdiciaba votando cosas inadecuadas. Hubo insinuaciones de una conspiración de aficionados de pies peludos. Pero también hubo otro mensaje. Decía: “Mirad, llevamos muchos años intentado deciros los libros que son buenos. ¡Y no escucháis! ¡No estáis escuchando! ¡Os limitáis a salir por ahí y comprar ese maldito libro! ¡Y lo peor de todo es que no podemos deteneros! Podemos deciros que es basura, que no es relevante, que es el peor de los escapismos, que fue escrito por un autor que nunca iba a nuestras fiestas a quien no le importaba lo que pensábamos, pero por desgracia la ley os permite seguir sin escuchar. ¡Sois estúpidos, estúpidos, estúpidos!”.

Y, de nuevo, nadie escucho. En lugar de eso, un par de años después, una encuesta de un periódico nacional, “Millenium Masterworks”, escogió cinco obras de lo que que aproximadamente podría llamarse “ficción narrativa” entre las cincuenta mejores “obras maestras” de los últimos mil años y, sí, allí estaba El Señor de los Anillos una vez más.

La Gioconda también se encontraba entre las cincuenta mejores obras maestras. Y confieso que sospecho que muchos de los votantes la escogieron por una reacción automática puramente cultural, poco sincera, pero bienintencionada. ¡Rápido, rápido, dígame las mejores obras de arte de los últimos mil años! Esto… esto… bueno, la Gioconda, claro. Bien, bien, ¿y ha visto usted la Gioconda? ¿Se quedó a mirarla? ¿Le cautivó su sonrisa, le siguieron sus ojos por la estancia y de vuelta al hotel? Esto… no, no exactamente… pero, eh, bueno, es la Gioconda, ¿de acuerdo? Tiene que incluir la Gioconda. Y el tipo con la hoja de parra, sí. Y la mujer sin brazos.

Eso es sinceridad, en cierto modo. Es un voto por el buen gusto de vuestros conciudadanos y de vuestros antepasados también. El hombre de la calle sabe que votar un cuadro de unos perros jugando al póquer probablemente no sea, en un contexto de mil años, una decisión muy sensata.

Pero El Señor de los Anillos, me imagino, se incluyó cuando la gente dejó a un lado la cultura y se limitó a votar por lo que le gustaba. No todos somos capaces de plantarnos delante de un cuadro y sentir que abre nuevos horizontes en nuestra mente, pero sí podemos la mayoría de nosotros leer un libro de masas.

No recuerdo dónde estaba cuando dispararon a John F. Kennedy, pero recuerdo exactamente dónde y cuando leí por primera vez a J.R.R. Tolkien. Fue el día de Nochevieja de 1961. Estaba haciendo de canguro para unos amigos de mis padres mientras todos se habían ido a una fiesta. No me importaba. Ese día había sacado ese “tocho” de tres tomos de la biblioteca. Los niños del colegio me habían hablado de él. Tenía mapas, decían. Eso me gusto desde el primer momento, me parecía un buen indicador de calidad.

Había esperado bastante tiempo ese momento. Yo entonces era de esa clase niños. ¿Qué recuerdo del libro? Recuerdo la visión de unos bosques de hayas en la Comarca; era un niño de campo y los hobbits caminaban por un paisaje que, dejando a un lado la extraña evolución de las casas, era muy similar la lugar donde me había criado. Lo recuerdo como una película. Allí estaba yo, sentado en un sofá estilo años sesenta bastante frío en una habitación más bien vacía; pero en los bordes de la alfombra empezaba el bosque. Recuerdo la luz verde que venía de los árboles. Nunca he vuelto a sentirme tan metido en una historia. Recuerdo el sonido de la calefacción al apagarse y que la habitación se iba enfriando, pero todo eso sucedía en el horizonte de mis sentidos y no era relevante. No recuerdo haber vuelto a casa con mis padres, pero recuerdo que me quedé sentado en la cama hasta las tres de la mañana leyendo. No recuerdo haberme dormido. Recuerdo haberme despertado con el libro abierto sobre el pecho, y haber buscado la página y haber seguido leyendo. Tardé, oh, unas veintitrés horas en llegar al final.

Entonces tomé el primer libro y volví a empezar. Me pasé un buen rato contemplando las runas. Confieso que ya estoy viendo a mi alrededor un círculo de nuevos rostros, ansiosos pero amables. “Me llamo Terry y solía dibujar runas enanas en las libretas del colegio. Empecé con las rectas, ya sabes, ésas las puede hacer todo el mundo, pero luego fui profundizando y antes de darme cuenta estaba haciendo las runas curvas y con puntos de los elfos. Espera… eso no es lo peor. Antes de escuchar siquiera la palabra “fandom” me puse a escribir ficción fantástica como aficionado. Escribí una historia mezclando géneros en la que trasladaba “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen a la Tierra Media; a los demás chicos les encantó, porque una clase de niños de trece años con granos volcánicos y ansias en el bajo vientre no es el mejor lugar para apreciar la elegante prosa de Jane Austen. El trozo en que los orcos atacaban la casa del párroco era muy bueno…”. Pero más o menos en ese momento, supongo, el grupo de apoyo me expulsaría.

Estaba extasiado. Volví a la biblioteca y hablé de esta guisa: “Tenéis más libros como estos? ¿Con mapas ¿Y runas?”. El bibliotecario me dirigió una mirada de ligera desaprobación, pero terminé con Beowulf y un libro de sagas nórdicas. El hombre tenía buena intención, pero no era lo mismo. Alguien había necesitado varias estrofas sólo para decir quienes eran. Pero eso me llevo a los anaqueles de Mitología. Los libros de Mitología estaban junto a los de Historia antigua. Que diablos…todos eran tíos con cascos, ¿no? Sigue, sigue… ¡a lo mejor hay un anillo mágico! ¡O runas! La búsqueda desesperada del efecto Tolkien me abrió un nuevo mundo, y fue éste. La historia que se enseñaba en los colegios británicos se centraba en reyes y acciones del Parlamento, y estaba llena de gente muerta. Tenía una estructura algo extraña, mecánica. ¿Qué sucedió en 1066? La batalla de Hastings. Puntuación máxima. ¿Y qué otra cosa pasó en 1066? ¿Qué significa qué otra cosa pasó? La batalla de Hastings era lo que correspondía a 1066. Habíamos “tenido” a los romanos (llegaron, vieron, se dieron unos baños, construyeron unas carreteras y se fueron) pero no habíamos “tenido” a los griegos. En cuanto a los imperios de África y Asia, ¿hubo alguien que los “tuviera”? Pero, eh, mira este libro; estos tíos no usan runas, son todos dibujos de pájaros y serpientes; pero mira, saben como sacarle a un rey el cerebro por la nariz…

Y seguí, cultivándome de la mejor manera posible, que es pensando que estas divirtiéndote ¿Habría sucedido en cualquier caso? Es posible, nunca se sabe que es lo que puede desencadenar una serie de acontecimientos. Pero El Señor de los Anillos cambió mis hábitos de lectura. Ya disfrutaba leyendo, pero este libro me abrió las puertas al resto de la biblioteca.

Solía leerlo una vez al año, en primavera. Me he dado cuenta de que ya no lo hago, y no sé por qué. No es el lenguaje denso y en ocasiones pesado. No es porque el paisaje tenga más carácter que los personajes, o por la falta de relevancia de las mujeres, o por otros defectos imaginarios o reales según los códigos sociales actuales. Es simplemente porque tengo la película en la cabeza y lleva allí cuarenta años. Todavía recuerdo el verde luminoso de los bosques de hayas, el aire helado de las montañas, la aterradora oscuridad de las minas enanas, las plantas de las laderas de Ithilien, al oeste de Mordor, resistiendo aún a la sombra que avanza. Los protagonistas no aparecen mucho en la película, porque para mí nunca fueron más que figuras en un paisaje que era el héroe en sí mismo. Lo recuerdo con tanta claridad como -no, ahora que lo pienso, con más claridad-muchos lugares que he visitado en los que nos gusta llamar el mundo real. De hecho, es extraño escribir esto y darme cuenta de que recuerdo fragmentos del paisaje de la Tierra Media como si fueran lugares reales. Los personajes no tienen rostro, son meros puntos en el espacio del que surgen los diálogos. Pero yo fui a la Tierra Media.

Supongo que el viaje era una forma de escapismo. Aquello era un crimen terrible en mi colegio. Es un crimen terrible en la cárcel; al menos es un crimen terrible para el carcelero. A principios de los años sesenta, la palabra no tenía significados positivos. Pero tanto se puede escapar “a” como “de”. En mi caso, escapar fue como lo contó Tolkien en su Árbol y hoja. Empecé con un libro, y eso me llevó a la biblioteca, y eso me llevó a todas partes.

¿Sigo pensando, como pensaba entonces, que Tolkien fue el mejor escritor del mundo? En el sentido estricto de la palabra, no. Uno puede pensarlo a los trece años. Si sigue pensándolo a los cincuenta y tres, hay algo que no va bien en su vida. Pero se junta todo en el momento y el lugar adecuados: libro, autor, estilo, tema y lector. Fue un momento mágico.

Y seguí leyendo; y cuando uno ha leído bastantes libros, con el tiempo se convierte en escritor. Un día estaba firmando libros en una librería de Londres y la siguiente de la cola era una señora que llevaba lo que, en los años ochenta, se llamaba “traje de poder” [de ejecutiva] a pesar de su cómica carencia de armadura de titanio y armas de protones. Me tendió un libro para que se lo firmara. Le pregunté como se llamaba. Dijo algo entre dientes. Le pregunté otra vez… después de todo, había mucho ruido en la librería. Volvió a decir algo entre dientes, que no pude descifrar muy bien. Cuando abrí la boca para hacer el tercer intento dijo: “Me llamo Galadriel, ¿vale?”.Yo dije: “¿Acaso nació usted en una plantación de cannabis de Gales?”. Ella sonrió, sombría. “Fue en una caravana, en Cornualles dijo, pero no va usted por mal camino”.

No fue culpa de Tolkien, pero recordemos con amistad y simpatía a todos los Bilbos que hay por ahí.

TERRY PRATCHETT

“Clásico de Culto”, en La Tierra Media. Reflexiones y comentarios Recopilación de diversos autores del género, con garabatos de John Howe Minotauro. 2003

Parte II: Las opiniones de los tolkiendili

Marta Muhlrad:

No leí a Pratchett, sólo escuché una charla sobre su obra en una reunión de smial, y me bastó para no tener el más mínimo deseo de leerlo. Empero el otro día, en casa de un nuevo amigo tolkienófilo, oí por enésima vez la famosa frase: “leer esos libros me cambió la vida”. Decir que es un escritor de masas y que su escritura por momentos es pesada, es ser un bruto si me disculpan los amantes de este Pratchett. Ningún escritor que no sea muy, muy bueno, puede cambiarle la vida a nadie.

Gastón Gaviola:

Creo que lo que te cambia la vida tiene que ver más con la vida misma que tiene cada uno, independientemente de lo bestia o no que se sea. Es un exceso defender una causa atacando a otra, sobre todo desde una experiencia personal, que me parece es siempre leer un libro.

Supongo que leer Los miserables a los 8 años te puede cambiar la vida (en el sentido de que te puede convencer a no coger un libro nunca más) y leer El Evangelio del Coyote, a los 60 también lo puede hacer, si acabas convencido de que Dios hace dibujos animados. Me parece que Pratchett dice con su retorcido humor negro que lo hace literatura de masas cómo se metió de lleno en la lectura, “dibujando runas”, y obviamente explica, que fue Tolkien quien logró engancharlo.

Héctor Danniel

Yo al contrario pienso que Terry Pratchett es uno de los escritores que mejor ha entendido a Tolkien no sólo porque la influencia de éste es notoria en sus obras sino porque sabe balancear su lado fan y su lado crítico. Y en cierto modo debe haberle cambiado la vida, sin Tolkien probablemente Pratchett no sería el mismo escritor que es ahora. Incluso me atrevería a decir que si hay algo que se le puede recomendar a un lector de Tolkien es justamente leer a Terry Pratchett.

Cristania Andoandorello

Lo que sucede es que cuando te describen a Terry Pratchett el 99% de la gente te va a decir es un vacilón, te mueres de risa y demás por el estilo. Sin embargo a partir del libro 8 o 9 de su colección (Guardias! Guardias? y Brujerías) ya sus novelas además de ser divertidas buscan otros propósitos y tienen las corrientes subterráneas con frases tan humorísticas como reflexivas y filosóficas. Lo que ocurre con Pratchett es que en vez de darte la filosofía al estilo sentimentaloide de Coehlo lo hace con una ráfaga de risa que muchas veces hace que las perlas se pierdan para aquellos que no son capaces de verlas

Mirimbokuile

A ver… a riesgo de entrar en la lista negra de muchos, ¿es realmente Tolkien un gran escritor? ¿Hace falta ser un “buen escritor” para cambiarle la vida a alguien? Yo creo que no. ¿Su escritura por momentos es pesada? Yo creo que sí. Y muchos que lo han leído también. ¿El paisaje tiene más peso que los personajes? Eso es ironía Pratchettiana… Y SIN EMBARGO no está muy lejos de la realidad; la ironía toma algún aspecto real para caricaturizar, por supuesto. Y es que el paisaje es un “personaje” importante en la literatura de Tolkien, y lo pongo entre comillas porque el anterior editorial trató sobre la definición de personaje.

¿Libro de masas? Sí, lo es. Literalmente. ¿Qué connotación le queremos dar a eso? Creo que T. Pratchett dejó bien claro que no piensa darle una connotación negativa. ¿Falta de relevancia de las mujeres? Espero que no se pretenda esgrimir argumentos aislados de importantes personajes femeninos cuando sabemos que los masculinos son como el triple…

Yo tampoco pienso que Tolkien sea el mejor escritor del mundo. Creo que es muy bueno, sí, no diría que el mejor. Le encuentro muchas cosas desagradables (lo cual es subjetivo, sí, pero vamos, estamos hablando de arte) en el plano narrativo. Me gusta (más subjetividad) su poesía; pero tampoco me parece Oh, wow!

¿Estoy expulsado de la comunidad tolkíndil? Espero que no. Pero, por si acaso, aclaro que sigo pensando que Tolkien fue un gran pensador, un buen filólogo y un ser humano que casi sin querer dejó plasmado un talento creativo impresionante y una filosofía cargada de valores muy necesarios para todos en una obra que lo supera como literato. Un maestro, sí. ¿Un literato excelente? Lo dudo. Que los jueces dicten su sentencia. Pero ¿quién es juez en esta materia? Hmmm…

Cristania Andoandorello

Pero en el género fantástico es bien difícil encontrar a alguien superior a Tolkien, en ese sentido quizás si sea el mejor escritor del mundo y esa apreciación no tiene nada que ver con la edad del lector. Veamos con quien podríamos compararlo, ¿con los escritores de Dragonlance? ¿con el propio Terry Pratchett? ¿con Liliana Bodoc? ¿con Ursula K LeGuin? ¿con JK Rowling? Frente a ellos Tolkien es mejor, en manejo del lenguaje, en background mitológico, en la cualidad de atrapar al lector y demás.

Héctor Danniel

Algo que admiten los mismos detractores de Tolkien, quienes sí lo consideran un mal escritor, es que en la construcción del mundo secundario nadie le gana. De todos los mundos y universos de fantasía que han sido creados ¿cuántos han sido tan bien trabajados como la Tierra Media? Y eso es lo que, a mi parece, hace a Tolkien un gran escritor. Cuestión de estilo, escritores como Pratchett, LeGuin, Martin, Pullman, Rowling, etc. tienen también características especiales que los convierte en grandes escritores. Mejores o peores que Tolkien, es discutible, el problema para ellos es que de algún modo su obra ha sido influenciada por Tolkien para bien o para mal.

Mirimbokuile

Manejo del lenguaje, con todo… Background mitológico, difícil pero MUY difícil…mente superable. Ahora, eso de atrapar al lector, depende MUCHO del lector. Conozco lectores (en plural, ¿eh?) que se aburrieron harto con Tolkien. Y hablo de lectores cultos, digamos, que han leído bastante y cosas serias. No Coelhófilos,

Morailin Casardil

Lo que me gusta de Tolkien son sus brazos fornidos….saoooo, no mentira. Lo bueno de Tolkien es justamente el mundo que ha creado. Solo Tolkien pudo (y dudo que hoy en día sea posible hacerlo de nuevo) pasarse décadas en 1a sola obra, porque al fin y al cabo El Hobbit, El Señor de los Anillos y todas las historias que tenemos que las vemos resumidas en El Silmarillion y despedazadas en la Historia de la Tierra Media son al final una sola obra, que es la verdadera obra de Tolkien: Arda. Historia, geografía, botánica, quizás le falto un poco mas de zoología, nunca nos enteramos si los hobbits tenían otros depredadores además de los lobos… Muy pocas obras puede distinguirse por tener un mapa completo, con nombres de casi todas sus regiones (y cuyo nombre incluye la historia/descripción del lugar). Solo un completo afanoso como Tolkien pudo hacer un mapa tan detallado como el de Arda. Quizás sólo comparables serian algunos mapas de rol, pero dudo que tengan tanto trasfondo como en el caso de Tolkien y eso que en muchos casos son creados por un equipo de personas. Bueno, se me acabó el tiempo, mas adelante ya hablaremos de los fornidos brazos del profesor…

¿Y para ti lector, es Tolkien el mejor escritor del mundo? ¿y cuales son las características que considerarías en el mejor escritor?. La cancha está abierta en la lista TolkienPeru.

Autores Parte II: Marta Muhlrad, Gastón Gaviola, Cristania Andoandorello, Mirimbokuile, Hector Danniel, Morailin Casardil.